Este 12 de diciembre, se celebra el Día Mundial de la Disfagia y queremos explicar en qué consiste esta patología.
Se trata de un síndrome caracterizado por la dificultad en el manejo en boca de alimentos sólidos o líquidos causado por un trastorno en alguna de fases de la deglución. Su prevalencia es elevada, aumentando con la edad, siendo especialmente frecuente en paciente mayor anciano, o en determinadas patologías (neurodegenerativas como enfermedad de Alzheimer o Parkinson, o proceso oncológico).
Las consecuencias y complicaciones son graves, afectando de forma importante a la calidad de vida del paciente. Es por ello que te explicamos cómo detectar esta patología, especialmente en etapas tempranas, para poder diagnosticarla a tiempo y llevar a cabo el tratamiento adecuado.
Entre los síntomas que nos pueden determinar que una persona tiene disfagia encontramos:
· Tos o carraspeo tras la ingesta de alimentos o líquidos, especialmente frecuente con la toma de agua o medicación.
· Atragantamientos recurrentes, especialmente durante las comidas. Una persona mayor no tiene porqué toser con los alimentos, tenga la edad que tenga.
· Mantiene restos de comida en la boca tras deglutir, más tiempo del habitual.
· Pierde parte del contenido de la boca por la comisura de los labios.
· Pérdida de peso sin otro motivo aparente.
· Fiebre frecuente sin relación con otra patología o síntoma.